La
primera década del S.XVII fue un tiempo convulso en la monarquía
española; las derrotas en Flandes debilitan tanto a nivel interior
como exterior y junto con la tregua con los protestantes de los
Países Bajos, España necesitaba ofrecer una victoria, aunque fuera
simbólica.
Durante
el último año de este acontecimiento (1609), fueron expulsados de
España más de 300,000 personas simplemente por el hecho de ser
moriscos. Esta decisión supuso el empobrecimiento de muchas zonas de
España y una alteración de los índices demográficos , ya que
cuando tuvieron que embarcar los moriscos en las naves, dejaban atrás
tanto negocios como pertenencias, y los cristianos estaban
autorizados a apoderarse de todo lo que llevaran e incluso a
asesinarles; aunque gracias al Califa Ahmed, avisado por todos esos
moriscos, pocos los que pudieron llegar a Constantinopla, denunciaron
el abuso que sufrían y éste escribió al gobierno español pidiendo
protección oficial para los exiliados.
Los
cristianos no solo intentaron apoderarse de sus pertenencias, sino
también destruir su cultura, pero resistieron hasta el último
momento con la estructura familiar que existía en Marruecos; fue un
auténtico confrontamiento de civilizaciones.
Hemos
de decir que la expulsión fue un acto de odio civilizacional y
religioso, liderado sobre todo por la esposa del monarca Felipe III,
Margarita de Austria; también otros apoyaron la causa como los
consejeros del Rey, los fanáticos de la pureza de sangre y por
personalidades eclesiásticas como el Arzobispo de Valencia.
Tras
la sublevación morisca en las Alpujarras en 1568, llegó la
definitiva expulsión de los moriscos en 1609.
Este
suceso se ha conmemorado en varias localidades desde entonces en
varios aspectos del ámbito cultural: pintura, literatura,
actividades académicas.
Podemos
sacar en conclusión que en una acontecimiento tan importante como
este, se han de analizar las dos visiones de los que participaron; y
sobre todo la empatización con los moriscos, que al fin y al cabo,
eran tan naturales, de lo que hoy día es España, como los cristianos.
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