LAS RELACIONES
ENTRE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y LA REPÚBLICA DE GENOVA
DURANTE EL SIGLO XVI
Desde el acuerdo
de condotta entre Carlos V y Andrea Doria en 1528 existen relaciones entabladas
entre la Monarquía Hispánica y la República de Genova. Estas relaciones de
interdependencia nos hacen hablar de un sistema imperial hispano-genovés con
una estabilidad social y política desconocida en el resto de Europa, que le permitirá
tener una posición hegemónica en el continente hasta el S XVII.
Este acuerdo
muestra la colaboración de Genova y la Monarquía Hispánica que impulsará a la
primera a un proceso de oligarquización de los grupos dinámicos mercantiles y
por otro lado la acusación de los banqueros al servicio del rey Católico de la
crisis de la manufactura genovesa.
Algunas de sus
características eran la protección militar y la promoción para sus élites
gracias al acceso privilegiado a sus ricos mercados y a una imponente capacidad
de patronazgo regio. Genova también participó promocionando el sistema de
créditos y las capitales necesarias para sostener el esfuerzo militar y
suministró una serie de recursos navales fundamentales para establecer una
adecuada comunicación entre los dispersos territorios de la Monarquía
Hispánica.
Genova a pesar
de no formar parte de los dominios patrimoniales de los Habsburgo y de contar
con una relativa autonomía política se convirtió en un espacio geoestrátegico
para provocar el desequilibrio de la dinastía francesa. También representaba el puerto natural
de Milán, pero también se convirtió en el mayor lugar de encuentro y difusión
cultural híbrido, en donde se
fundían elementos procedentes de todos los dominios de la Monarquía Hispánica.
Sin embargo lo
que más eco ha hecho en las relaciones hispano-genovesas y lo que les hace
llamar el siglo XVI “siglo de los genoveses” son las actividades
financieras de los asentistas. El
interés de las élites genovesas era sin duda garantizar su supremacía bajo la
potencia hegemónica de la Monarquía Hispánica.
La única fase
en la que fueron puestas en discusión las relaciones de estos aliados fue una
crisis a finales de 1640. Se tomo la decisión por parte de Ferrante Gonzaga de
construir un castillo en Genova con un presidente a los ordenes del emperador.
El proyecto fracaso por la oposición de Andrea Doria que propuso una reforma
institucional que garantizase la estabilidad interna para evitar cualquier
episodio desestabilizador.
La relativa
estabilidad interna a partir de 1528 entre nobles y populares( llamados también
Viejos y Nuevos) se convertirá en el eje portador del orden constitucional. Este era representado por el “pecado
original” con el endurecimiento de la contraposición después de mediados de
siglo y sobre todo después de la muerte de Andrea Doria, llevando a la guerra
civil en 1575. Esta acabo con un acuerdo entre los Viejos y los Nuevos con la
mediación del embajador español Juan Idiáguez que había puesto en juego a
Felipe II como garante. Sin embargo los nuevos no respectaron el pacto, el
pueblo se sublevo con tal violencia que los nobles Viejos, aliados
tradicionales de la Monarquía Hispánica abandonaron la ciudad.
Durante más de
un siglo la Monarquía Hispánica ha disfrutado de los servicios de la élite
financiera genovesa, encabezada por los más poderosos y ricos nobles Viejos, un
periodo de profunda colaboración, que por un lado vio la imposición de la
hegemonía continental de la Monarquía Hispánica y por otro el realzamiento
económico de Genova bajo los mercaderes banqueros.
Las decisiones
se tomaban en Madrid, Genova, Nápoles y Roma dada la inestabilidad provocada
por la desaparición del cardenal Diego Espinosa que dejo un clima de
incertidumbre para el sistema de consejeros.
El cuadro
político social del conflicto de Genova esta marcado por la oligarquía
mercantil francófila ( los Nuevos) contra la oligarquía financiera hispanófila(
los Viejos) donde la corte de Madrid intentaba tranquilizar a ambas partes con
intervenciones a la concordancia.
Los viejos
eran gravemente comprometidos de punto de vista financiero en una guerra
privada contra la república, donde el soberano firmó en septiembre de 1575 un
decreto de suspensión de pagos que conlleva a la congelación de los créditos de
la Monarquía Hispánica. La decisión fue un desconcierto general y la banca
rota, que supuestamente habría sido una maniobra para eliminar a los genoveses
de las finanzas españolas.
CONSULTAS: Internet en un trabajo de tesis de un alumno de la Univ.
De Pisa; Titulo del trabajo: El “padre” y la “republica perfecta”: Genova y la
Monarquía Española en 1575: fecha de búsqueda 09/03/13.
Sin duda, la historia de la República de Génova es uno de los hilos conductores de la historia del Mediterráneo.
ResponderEliminarAtentamente,