lunes, 4 de marzo de 2013

Milán



Estratégicamente situada a la entrada de la península italiana, Milán y la circunstante región de Lombardia han sido objeto de incesantes disputas durante los siglos. 
La origen de Milán se remonta a los años 400 A.C., cuando los Galos se establecieron y derrotaron a los Etruscos contra los Celtas que estaban al punto de invadir la ciudad.
  
Capital del Imperio Romano de Occidente

En 222 A.C. los Romanos conquistaron a la ciudad, que se anexionó al Imperio Romano, tomando el nombre de Mediolanum. En 89 A.C. se volvió una colonia permanente latina después de pocas tentativas de rebeliones. Después del 42 A.C. Roma ha ejercido su control sobre la Galia Cisalpina (que significa 'Galia del lado de los Alpes') bastante para reconocer oficialmante la ciudad como parte de sus territorios italianos. En esta reorganización de Italia en 15 A.C., el emperador Augustus hizo Milán la capital de la región Transpadania. Debido a su estratégica posición ( entre la península italiana y aquellas áreas más allá de los Alpes a donde los Romanos querían extender sus intereses), su nombre cambió en Roma Segunda. Desde el 292 D.C. Mediolanum se volvió la capital efectiva del Imperio de Occidente. Era también un centro muy importante para la consolidación de la nueva religión cristiana.

Sin embargo Milán se volvió menos importante a medida que el Imperio Romano estaba en declive. La ciudad sufrió de la invasión de los Lombardos, que primero la saquearon (539 D.C.) y después la conquistaron en el 569 D.C. La capital del Reino Romano-Bárbaro de los Longobardos fue en cambio Pavia.
EL renacimiento de Milán empezó con el dominio Carolingio en el octavo siglo.
Al comienzo del año 1000 el arzobispo de Milán se hizo el hombre más poderoso del Norte Italia. En 1117 Milán se volvió un municipio después de una serie de dificultedes políticas y se liberandose del arzobispo. Milán se expandió también declarando guerra a las otras ciudades del área. Durante este periodo la ciudad fue gobernada por leyes democráticas.

Después que Federico I de Suabia intentara varias veces conquistar la ciudad no sin sangrientas batallas, al final en 1167 todas las 'Comunas' (pueblos gobernados por los ciudadanos) se aliaron juntos en la llamada Societas Lombardiae (Liga Lombarda) contra el emperador y su ejercito. La batalla final, llamada Batalla de Legnano por donde se ocurrió, fue muy violenta y marcó la definitiva derrota de Federico I en 1176. 
A partir del 1200 la importancia de Milán aumentó considerablemente. La ciudad mejoró sobre todo en su aparencia: algunos ejemplos son la extensión de las murallas de la ciudad, la construcción de nuevos edificios y nuevas calles pavimentadas.

 Las Familias Visconti y Sforza

El periodo del gobierno democrático llegó a su fincuando la vieja familia milanesa Visconti tomó el poder de la ciudad, haciendose los "Señores" de Milán desde el 1277 hasta el 1447. Así el sistema de la 'comune' se terminó y Milán, como muchas otras ciudades del Norte Italia, tomó la vía del control de una sola familia. A partir del 1300 los Visconti llevaron a la ciudad un buen periodo de gloria y riqueza. Al poco tiempo, todas las ciudades circundantes reconocieron su dominio: Bergamo y Novara en 1332, Cremona ein 1334, Como e Lodi en 1335, Piacenza en 1336 y Brescia ein 1337. 
Cuando el último duque Filippo Maria Visconti murió en 1447 sin dejar herederos, hubo una nueva tentativa de restaurar los poderes comunales con la denominada República Ambrosiana que duró solo tres años. Luego, en 1450 Francesco Sforza, su yerno, asumió el poder del Castillo y de la familia Visconti. El dominio de la familia Sforza coincide con el periodo del Renacimiento en Italia y en particular el reinado de Francisco Sforza fue magnífico: él transformó la ciudad en una poderosa metrópoli, construyendo entre otras cosas también el nuevo Castillo Sforzesco y el Hospital Mayor (hoy Ca' Granda). Fue durante estos años que el Castillo y el Duomo se estaban construyendo junto con la iglesia de Santa Maria delle Grazie. Bajo el Ducado Sforza la ciudad empezó su verdadero desarrollo. Ludovico el Moro (Ludovico Sforza) fue la figura dominante que instauró un bueno dominio, promoviendo el desarrollo de la agricultura y de la industria de la seda, y llamó a su corte arquitectos como Donato Bramante y Leonardo da Vinci devolviendo la ciudad uno de los grandes centros de Italia de arte y cultura.

Dominación Española y Autríaca

Al comienzo del XVI siglo, los últimos años del dominio de la familia Sforza, el Norte Italia fue uno de los territorios contestados por las monarquías Española y Francesa.. Francisco Sforza dominó bajo la tutela del Emperador del Sacro Imperio Carlos V (Rey de España con el nombre de Carlos I), pero cuando Francisco murió en 1535, el Rey Carlos asumió directamente el poder, dando comienzo a los 170 años de dominio español. Milán se transformó una descuidada capital de una provincia administrada, controlada y tasada por extranjeros. Esto fue un periodo de no desarrollo y la ciudad fue oprimida también por una terrible epidemia de peste en 1630. Afortunadamente, en la segunda mitad del 1600 fue dado un nuevo vigor a la vida religiosa y cultural de Milán gracias a las iniciativas de la familia Borromeo. Luego, las grandes guerras europeas del comienzo del siglo XVIII aseguraron a la ciudad la dominación austríaca, que transformó completamente todos los aspectos de la sociedad (económico, público, cultural, artístico, administrativo, científico) gracias a las mejorías desarrolladas por la dinastía Hasbugo. La Accademia de Brera fue fundada en este periodo, junto con otros edificios neoclásicos y con el Arco de la Paz (1807).












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