Estratégicamente situada a la entrada de la
península italiana, Milán y la circunstante región de Lombardia han sido objeto
de incesantes disputas durante los siglos.
La origen de Milán se remonta
a los años 400 A.C., cuando los Galos se establecieron y derrotaron a los
Etruscos contra los Celtas que estaban al punto de invadir la ciudad.
Capital
del Imperio Romano de Occidente
En 222 A.C. los Romanos conquistaron a la ciudad, que se anexionó al Imperio Romano, tomando el nombre de
Mediolanum. En 89 A.C. se volvió una
colonia permanente latina después de pocas tentativas de rebeliones. Después
del 42 A.C. Roma ha ejercido su control sobre la Galia Cisalpina (que significa 'Galia del lado de los Alpes')
bastante para reconocer oficialmante la
ciudad como parte de sus territorios italianos. En esta reorganización de
Italia en 15 A.C., el emperador Augustus
hizo Milán la capital de la región Transpadania. Debido a su estratégica posición ( entre la
península italiana y aquellas áreas más allá de los Alpes a donde los Romanos
querían extender sus intereses), su nombre
cambió en Roma Segunda. Desde el 292
D.C. Mediolanum se volvió la capital
efectiva del Imperio de Occidente. Era también un centro muy importante para la consolidación
de la nueva religión cristiana.
Sin embargo Milán se volvió menos importante a medida que el Imperio Romano
estaba en declive. La
ciudad sufrió de la invasión de los Lombardos, que primero la saquearon
(539 D.C.) y después la conquistaron en el 569 D.C. La capital del Reino Romano-Bárbaro de los Longobardos fue en cambio Pavia.
EL renacimiento de Milán empezó con el dominio Carolingio en el octavo
siglo.
Al comienzo del año 1000 el arzobispo de Milán se hizo el hombre más poderoso
del Norte Italia. En 1117 Milán se
volvió un municipio después de una serie de dificultedes políticas y se liberandose del arzobispo. Milán se expandió también declarando guerra
a las otras ciudades del área. Durante este periodo la ciudad fue gobernada por
leyes democráticas.
Después que Federico I de Suabia intentara varias veces conquistar la ciudad no
sin sangrientas batallas, al final en 1167 todas las 'Comunas' (pueblos gobernados por los ciudadanos) se aliaron juntos
en la llamada Societas Lombardiae (Liga Lombarda) contra el emperador y su ejercito. La batalla final, llamada Batalla de Legnano por donde se
ocurrió, fue muy violenta y marcó la definitiva
derrota de Federico I en 1176.
A partir del 1200 la importancia de Milán aumentó considerablemente. La ciudad mejoró sobre todo en su aparencia:
algunos ejemplos son la extensión de las murallas de la ciudad, la construcción
de nuevos edificios y nuevas calles pavimentadas.
El periodo del gobierno democrático llegó a su fincuando
la vieja familia milanesa Visconti tomó el poder de la ciudad, haciendose
los "Señores" de Milán desde
el 1277 hasta el 1447. Así el
sistema de la 'comune' se terminó y Milán,
como muchas otras ciudades del Norte Italia, tomó la vía del control de una
sola familia. A partir del 1300
los Visconti llevaron a la ciudad un buen periodo
de gloria y riqueza. Al poco tiempo, todas las ciudades circundantes reconocieron su dominio: Bergamo y Novara en
1332, Cremona ein 1334, Como e Lodi en 1335, Piacenza en 1336 y Brescia ein
1337.
Cuando el último duque Filippo
Maria Visconti murió en 1447 sin dejar herederos, hubo una nueva tentativa de restaurar los poderes
comunales con la denominada República
Ambrosiana que duró solo tres años.
Luego, en 1450 Francesco Sforza, su
yerno, asumió el poder del Castillo y de la familia Visconti. El dominio de la familia Sforza coincide
con el periodo del Renacimiento en
Italia y en particular el reinado de Francisco
Sforza fue magnífico: él transformó la ciudad en una poderosa metrópoli, construyendo entre otras cosas también el nuevo
Castillo Sforzesco y el Hospital
Mayor (hoy Ca' Granda). Fue durante estos años que el Castillo y el Duomo se estaban construyendo junto
con la iglesia de Santa Maria delle
Grazie. Bajo el Ducado Sforza la ciudad empezó su verdadero desarrollo. Ludovico el Moro (Ludovico Sforza) fue la
figura dominante que instauró un bueno dominio, promoviendo el desarrollo de la
agricultura y de la industria de la seda, y llamó a su corte arquitectos como
Donato Bramante y Leonardo da Vinci devolviendo la ciudad uno de los grandes
centros de Italia de arte y cultura.
Dominación
Española y Autríaca
Al comienzo del XVI siglo, los últimos años
del dominio de la familia Sforza, el Norte Italia fue uno de los territorios
contestados por las monarquías Española y Francesa.. Francisco Sforza dominó bajo la tutela del Emperador del Sacro Imperio Carlos V (Rey de España con el nombre
de Carlos I), pero cuando Francisco murió en 1535, el Rey Carlos asumió
directamente el poder, dando comienzo a los 170 años de dominio español. Milán se transformó una descuidada
capital de una provincia administrada, controlada y tasada por extranjeros.
Esto fue un periodo de no desarrollo
y la ciudad fue oprimida también por una terrible epidemia de peste en 1630. Afortunadamente, en la segunda mitad del
1600 fue dado un nuevo vigor a la vida
religiosa y cultural de Milán gracias a las iniciativas de la familia Borromeo. Luego, las grandes
guerras europeas del comienzo del siglo XVIII
aseguraron a la ciudad la dominación austríaca, que transformó completamente todos los aspectos de la sociedad
(económico, público, cultural, artístico, administrativo, científico) gracias a
las mejorías desarrolladas por la dinastía Hasbugo. La Accademia de Brera
fue fundada en este periodo, junto con otros edificios neoclásicos y con el
Arco de la Paz (1807).
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