Tres ideas principales:
- Tolerancia religiosa: En el Imperio Otomano se caracterizaba por ser un impero con tolerancia religiosa, es decir, se aceptaban varias religiones, aunque la religión que destacaba principalmente era la musulmana.
- Ejército como elemento central: Deseo de expansión y de conquista
de nuevos territorios. En la tropa de élite destacaban los Jenízaros, estos
eran niños a los que reclutaban y adiestraban
con el fin de convertirlos en el cuerpo de soldados de infantería.
- Problema de sucesión: La sucesión en el sultanato solía
traer problemas familiares internos al no estar estrictamente reglamentada la
línea hereditaria y al presentarse en ocasiones, debido a la costumbre de la poligamia,
varios candidatos, hijos del sultán pero de distintas madres. Ello producía
frecuentes y violentas disputas por el trono.
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