Los decretos de Nueva Planta y la Centralización Borbónica

Felipe V con su toma de poder, trajo una serie de soluciones a los problemas del país, tomadas de las fórmulas del monarca Luis XVI, las cuales se quedaron solo en un  ''intento''

 (Retrato de Felipe V, por Jean Ranc (c. 1723). Óleo sobre lienzo, 144 x 115 cm, Museo del Prado (Madrid).

Este modelo de Estado aportado por los monarcas Borbónicos, destaca por dos rasgos:

1. Un fuerte absolutismo, tanto teórico (el rey está por encima de las leyes), como práctico (el rey es el centro de toda decisión).
2. Un fuerte centralismo.

La aplicación de esta política absolutista originó en España una serie importante de transformaciones.

Como consecuencia de la política centralista de Felipe V, se suprimió la autonomía política (leyes propias)

de los países que integraban el Reino de Aragón mediante los decretos de Nueva Planta (el pretexto fue el apoyo de estos países al archiduque de Austria durante la guerra de Sucesión). De esta forma, salvo el País Vasco y Navarra, todo el territorio nacional quedaba unificado política y administrativamente.

Los decretos de Nueva Planta son un conjunto de reformas hechas entre 1707 y 1716.

• Responden al deseo de la nueva dinastía de implantar la centralización y uniformidad administrativa.
• Dichas reformas son mucho más severas en los territorios desafectos a la causa borbónica y partidarios del archiduque Carlos (austracitas)
• No son algo exclusivo de nuestro país, sino el resultado del creciente fortalecimiento.
• Son de estructura confederativa y estructura unitaria.
• Se suprimen los privilegios de los reinos integrados en la unidad española para dar paso a una estructura común centralizada.